viernes, 18 de enero de 2013


Venezuela, ¿en qué te hemos convertido?

Sé que si rebuscamos bien, entre tanta basura y odio, encontramos en ti ese paraíso que alguna vez prometiste ser; pero en este instante, solo puedo detenerme a observar con desprecio como destruimos nuestra cultura, nuestro futuro y nuestro país.

Hasta hace poco, podía decir que  jamás había sido víctima de la violencia que te azota pero ahora voy perdiendo la cuenta de las veces en las que se me ha sometido. 

¿Qué haremos contigo? Si no escuchan las leyes que los propios hombres escribieron, si pisoteamos tus organismos y le quitamos valor a lo más importante: la cultura.

Veo que hablan de “nuestra patria”, pero el dinero se escapa como si fuera suya y te descuidan como si fuera de los demás…

No entiendo, Venezuela, ¿es un castigo para aprender o es simplemente el azar de un destino cruel?

miércoles, 16 de enero de 2013

¿Qué es un maestro?


La Real Academia de la lengua Española define a un maestro como a una persona que tiene la capacidad, o el título, para enseñar alguna profesión, curso o materia. Con esto rompo el complejo de que un maestro es menos que un profesor, y empiezo mi escrito con una felicitación atrasada.

¿Qué es, para mí, un maestro? 

Pues, para mí, un maestro es esa persona maravillosa que se dedica a enseñar con el corazón al futuro del mundo; esa persona que imparte sus conocimientos y les abre nuevos caminos a sus estudiantes.

Para mí, un maestro es esa persona que tiene como vocación de vida educar a un chico para ser grande, aun cuando esa persona le olvide en su grandioso porvenir.

Un maestro es quien sacrifica su propio crédito para que otras personas hagan cosas diferentes y maravillosas; es quien nos ayuda a ser mejores, nos enseña un segundo hogar y desarrolla en nosotros una capacidad para hacer que nuestros sueños se conviertan, con trabajo y esfuerzo, en la realidad que deseamos.

Es también, aquella persona que nos ayuda a desarrollar nuestro potencial y que, a su vez, nos enseña el camino para que a lo largo de nuestra vida lo sigamos haciendo.

Como ven, para mí, los maestros son personas maravillosas de enormes corazones; personas que se someten al maltrato de quien no aprecia su trabajo y, algunas veces, al desdén de una sociedad que muchas veces les considera inferiores a otros profesionales, olvidando que todas las grandes personas para llegar a donde llegaron pasaron por las manos de un educador con vocación.

Por eso, quiero desearles a todos los maestros del mundo, esos que son maestros de verdad, un feliz día; porque a pesar de que hoy no es el día del maestro, ellos no dedican un día al año a su profesión sino que dedican su vida entera.

¡Que vivan los maestros!