Es increíble como ha cambiado todo; yo aun recuerdo claramente como se demostraba la abundancia a través de regalos debajo de todos los pinos, plásticos y naturales, de las casas. Los niños eramos llenados de regalos, detalles y turrón.
No es por sonar consumista pero ¿qué pasó: y los regalos y la alegría y la abundancia? Ahora los regalos son a los seres más cercanos; ya no se compra eso que "sabes que le va a encantar" sino lo más económico que pueda ser un buen regalo... Ya no hay reuniones enormes, no tanto como antes, ni tampoco hay esas cantidades de turrón y uvas que se veían en todos lados.
Ya las secretarias no tienen millones de cestas, es más: casi nadie tiene secretaria a la cual darle una cesta con un whisky excesivamente costoso.
Ya las secretarias no tienen millones de cestas, es más: casi nadie tiene secretaria a la cual darle una cesta con un whisky excesivamente costoso.
Inclusive se aprecia la falta de abundancia en las familias más poseídas; a todos nos afecta esta enorme falta de dinero y buena economía.
La Navidad es muy costosa y los venezolanos ya no se la pueden costear.